Ubicación: Bahía Blanca
Superficie: 150m2
Año: 2002
Proyecto y Dirección: Arq. Emiliano Magi, Arq. Martín Rojo
Colaboración especial: José Luis Magi
Contexto. A partir del crecimiento de la ciudad, grandes extensiones de tierra fueron fraccionadas. Tierra virgen, sin construcciones cercanas, que quiere formar parte de un entorno más próximo suburbano.
Con predominio de un territorio plano, el lote se ubica en uno de los sectores más elevados de la zona, desde donde se pueden visualizar las sierras de la ventana. El frente mira al NE. Buenas visuales y buenas orientaciones coinciden.
La casa, con sola presencia, se puede definir como referente y mirador. Fue implantada de modo de generar una transición entre la planicie despoblada y el interior doméstico. Exenta y en una relación calibrada con sus bordes, determinada por accesos y expansiones.
Un jardín – patio contenido, recibiendo sol de la tarde, que continua hacia el interior y se insinúa desde la calle.
El auto se estaciona en el retiro propuesto, haciéndose invisible desde la casa y permitiendo el acceso de servicio a través de la cocina.
Construcción blanca. Registramos dos datos: la casa debía ser blanca y tener grandes ventanas. Planteamos la ambigüedad entre la masa y el vacío. Una volumetría entre el reposo y el esfuerzo, donde la estructura no se evidencia. Cuando se expresa lo hace con misterio. Se genera una tensión en el acceso al desplazar el eje estructural. Las vigas de la casa se desarrollan en el perímetro, funcionado a su vez como dinteles y/o antepechos y permitiendo un cielorraso de hormigón visto continuo. El resto de la masa es blanca, sin pretensiones materiales. No así el vacío, las carpinterías de cerramiento, de perfilería de aluminio de buena sección, refuerzan la calidad constructiva en la relación interior – exterior.
Superficie: 150m2
Año: 2002
Proyecto y Dirección: Arq. Emiliano Magi, Arq. Martín Rojo
Colaboración especial: José Luis Magi
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